
Cómo reducir los riesgos laborales en la oficina
Al pensar en riesgos laborales lo que suele venir a la mente son trabajos relacionados con la construcción, la industria o con sectores de intenso trabajo físico como los del área agrícola. Sin embargo, el cuerpo humano también está expuesto a riesgos laborales en la oficina. ¿Cuáles pueden ser algunos de estos malestares? Trastornos musculoesqueléticos, fatiga visual, jaquecas, estrés, monotonía, bajones de ánimo, entre otros. En esta nota te contamos algunas cosas que es importante conocer para prevenir los daños que podría causarte el trabajo de oficina.
Cómo reducir los riesgos laborales en la oficina
Los trastornos derivados del trabajo en oficinas suelen producirse por la exposición intensa a computadoras y otros equipos informáticos, como también por las características del entorno y sus efectos sobre el físico y el ánimo. ¿Qué habría que tener en cuenta?
- Equipamiento y mobiliario. Una cuidadosa selección y ubicación del mobiliario es clave para evitar trastornos musculares que surgen de sostener una posición por largos períodos. La combinación de las sillas escogidas y la ubicación de las pantallas en función de la comodidad del trabajador es clave para su salud, y esa comodidad además mejora su desempeño. Lo ideal es que la pantalla esté en un ángulo no inferior a 35º de la vista del operario y a una distancia de entre los 40 y 90 centímetros.
- Intercalar pausas durante el trabajo. Pausas breves y frecuentes convienen a pocas pausas pero más prolongadas. Es bueno hacerse la costumbre de cambiar periódicamente de postura y alternar entre distintas tareas como otra forma de variar la posición. Hay ejercicios de relajación visual muy simples y útiles como mirar un punto fijo fuera de la pantalla por un rato o concentrarse en objetos distantes y parpadear para lubricarlos.
- Postura correcta. Esta es la postura ideal en un puesto con escritorio y ordenador: cabeza y cuello rectos, hombros relajados, antebrazos, muñecas y manos en línea recta, muslos y espalda a 90º, piernas y muslos a 90º, pies pegados al suelo. El escritorio y el hardware deben estar organizados de manera que permitan esa posición. Las mujeres sufren malestares específicos por las malas posturas.
- La iluminación adecuada es aquella que resulta suficiente pero no excesiva, que no provoca reflejos, deslumbramientos o fuertes contrastes.
- Temperaturas de confort. Deben evitarse temperaturas y velocidades de aire extremas. Las temperaturas recomedadas varían de invierno (de 20 a 24º) a verano (de 23 a 26º). Las personas reaccionan diferente a las distintas temperaturas y cualidades del ambiente, por lo que conviene repartir el espacio según esas preferencias individuales.